anécdota

 la anécdota de euler 
ALBERTO Disfrutaba de una extraordinaria memoria, era capaz de recitar la Eneida de Virgilio aprendida 50 años antes. Recibió en 12 ocasiones premios de la Academia. El Rey Federico se refería a él como " el cíclope matemático". Aunque vivía en Berlín continuó recibiendo una pensión de Rusia con la que compró libros e instrumentos para la Academia de San Petersburgo. Recién llegado a Rusia, la Reina Madre le preguntó por qué su conversación consistía en monosílabos, a lo que replicó: "Señora, es porque acabo de llegar de un país donde se ahorcó a todas las personas que hablan". La gran estima que se le tenía, se pone de manifiesto en que cuando el ejército invadió Alemania y saqueó la granja de su propiedad, el acto llegó a conocimiento del general y la pérdida fue reparada de inmediato y la emperatriz Isabel le obsequió con 4000 florines al enterarse. Tenía un alto poder de concentración, no se inmutaba, aun cuando sus hijos estuvieran jugando alrededor suyo e incluso lo hicieran participar en sus juegos. Los primeros años de su regreso a Rusia se vieron
ensombrecidos por una racha de mala suerte, en primer lugar naufragó el barco que traía sus objetos personales perdiéndose la mayoría de los manuscritos de sus trabajos entre los cuales estaban algunos de los no publicados y en segundo lugar comenzó su ceguera total. Su hijo también era matemático y era el que lo ayudaba copiando sus trabajos. A los 28 años resolvió en tres días un problema de astronomía, que según los astrónomos, llevaría varios meses de esfuerzo. Los ingresos económicos le permitieron vivir cómodamente, sin preocupaciones por el sostenimiento de su familia la cual llegó a estar compuesta por 18 miembros. Logró adquirir dos viviendas una en Berlín que era su residencia habitual y otra en el campo para el descanso. Fue un hombre de profundas convicciones religiosas,

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